Últimamente se han puesto de moda las mal llamada "Bebidas Energizantes" entre los adolescentes y adultos jóvenes sin saber que estas bebidas representan un riesgo para la salud, especialmente si se combinan con alcohol o drogas, lo cual es una práctica frecuente en antros, bares y discotecas.
Uno de los principales efectos es que enmascaran los efectos depresores del alcohol y se tiene una falsa sensación de bienestar cuando en realidad se pierden los reflejos y la movilidad.
Es muy común las visitas a las salas de emergencias con síntomas como la ansiedad y la taquicardia ocasionadas por el excesivo consumo de estas bebidas.
Hay varias marcas comerciales disponibles (Red Bull, Monster, Battery, Power Horse, Red Devil, entre otras) que varían de país a país y que van desde 250 mL hasta medio litro por envase; estas ofrecen a el consumidor una "recarga de energía" que es la sensación que se obtiene por su alto contenido en cafeína, pues esta sustancia es estimulante.
Uno de los problemas de las llamadas "bebidas energizantes" es que se combina la dosis alta de cafeína por lata con el exceso en su consumo y la adición de otras sustancias (alcohol y/o drogas)
La Norma Oficial Mexicana (NOM) establece un límite de 33 mg de cafeína por 100 mL de líquido, o sea que un envase de 250 mL contendrá 82 mg de cafeína. Hay productos que tienen entre 108 y 382 mg de cafeína por cada 100 mL.
En general los médicos recomiendamos que no se consuman estas bebidas por "ningún motivo", pero lamentablemente en nuestro país (México) no existen restricciones para su venta en cualquier tienda. En Francia y Noruega solo se pueden comprar en farmacias con receta médica y en otros países como Dinamarca y Uruguay esta prohibida su venta.
Desgraciamente los consumidores de estas bebidas, que en su mayoría se encuentran entre 11 y 25 años desconocen los efectos secundarios de las mismas como: agitación, inquietud, hipertensión arterial, taquicardia, enrojecimiento de la cara, dilatación de las pupilas, dolor de cabeza, nerviosismo, náuseas y vómito. Estos efectos pueden presentarse incluso de 2 a 8 horas después de su consumo.
Si se combina con drogas se potencializa los signos y síntomas de la intoxicación.
Inicialmente algunas de estas bebidas las consumían los deportistas o fueron diseñadas para ellos, pero ahora se han llenado de aditivos como cafeína, taurina, glucuronolactona, inositol, extracto de guaraná, ginseng, etc que las hacen tener efectos tipo medicamento, pero se venden sin advertencia alguna.
Algunos expertos proponen llamarlas bebidas estimulantes y no energizantes, pues no proporcionan energía, sino que estimulan como si fueran medicamentos.
No hay justificación para utilizarlas ni desde el punto de vista nutricional ni como rehidrantante, no hay evidencia científica de que sean benéficas y si existe mucha evidencia de que son perjudiciales por sus efectos secundarios.
El principal peligro de las "bebidas energizantes" no es consumirlas ocasionalmente, sino consumirlas en exceso y mezclarlas con alcohol o drogas para hacer los famosos cócteles que tienen efectos muy dañinos en sistema nervioso central y sistema circulatorio, pudiendo ocasionar la muerte.
En general no recomendamos que sean consumidas por menores de edad, por mujeres embarazadas o que esten amamantando; que no se mezclen con bebidas alcohólicas y que no se excedan en la cantidad consumida.
Algunos expertos consideran que su uso es una puerta de entrada al uso de drogas y alcohol.
MI COMENTARIO ES QUE LOS Y LAS ADOLESCENTES DEBEN TOMAR PRECAUCIONES PORQUE LAS BEBIDAS ENERGIZANTES TIENEN UN TIPO DE DROGA QUE AFÉCTA LA SALUD.
ATENTAMENTE KEVIN RUÍZ.
Las bebidas energizantes no pueden estar dentro de la ingesta de los adolescentes, hay alimentos como las frutas, ricas en proteínas. Los padres debieran alimentar mejor a sus hijos y darles una dieta balanceada de frutas, verduras, lácteos, menestras, carne de pescado, etc.
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